julio 03, 2020

El pantano de las mariposas - Federico Axat

Hay libros que me son más complicados de reseñar. No porque no me hayan gustado, sino porque poder explicar todo lo que viví al leer el libro necesito tiempo extra para digerir y procesar.

En el caso de “El pantano de las mariposas” al momento de terminarlo, me quería sentar a escribir todo lo que pasaba por mi mente. Unas horas después, aquí estoy. Intentando acomodar mis ideas para expresar mi estado de completo “shock”. Estoy impactada y anonadada.

Intentaré dar el mejor formato a mis pensamientos.

Iniciamos con los recuerdos de Sam Jackson cuando ve a su madre por última vez y mientras vamos pasando las páginas conocemos más a fondo la vida de Sam, de su mejor amigo Billy Pompeo y Miranda, la niña rica que llega a Carnival Falls. Nos moveremos entre el bosque, la granja y la casa de Miranda para ir sacando el hilo que nos guiará a las respuestas que van encontrando a los diferentes problemas que se presentan. Dificultades que nos irán envolviendo, que van presentando un mundo nada distinto al que podemos encontrar en nuestras calles. 

Lo más fuerte y más hermoso de este libro, es la amistad. El pacto que podemos hacer con quienes consideramos verdaderos amigos, va más allá de simples juegos en el claro de un bosque. La fidelidad y el amor entre los personajes se hace latente en cada paso que se da. Es dar el todo por el todo. Estar conscientes del otro, ser empáticos. Tomar decisiones arriesgadas por el valor que tiene ese amigo. Todo esto está incluido en la tinta que usó Federico Axat para esta novela. Una amistad que muchos desearíamos tener y mejor aún, poder ser esa persona que da su amistad a manos llenas.

Y todo esto está bellamente rematado con un final que hará dudar hasta al lector más experimentado. Seguramente tendrán que regresar a leerlo, tal vez una, dos o hasta tres veces. ¡Creo que no comprendo!, ¿Entendí bien?, ¡¡Oh!! Y aquí nos quedamos viendo el libro con un gesto de total sorpresa, buscando desesperadamente con quien compartir nuestro hallazgo, urgidos de la necesidad de escuchar en la voz de alguien más su sentir y pensar de lo que acaba de suceder.

Seguramente tendremos este final en nuestra cabeza por varios días. Y regresaremos a él para ver que no estábamos equivocados. Que Federico nos dio con el libro en la cara y nos regaló uno de los mejores giros, que al menos yo haya leído hasta el momento.


2 comentarios:

  1. No lo conocía, gracias por tu reseña. No conocía tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias Rocío, es un gusto tenerte por aquí. Claro, me encantará darme una vuelta por tu blog. Saludos.

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