Siempre
había escuchado hablar de Agatha Christie y para ser sincera no se me antojaba
nada. No era nada en particular. Sabía poco de ella y de sus historias, tenía
entendido que su tema era el misterio y que su nombre siempre salía a relucir
en alguna de las pláticas con mi grupo de amigos lectores. Nada más.
Desde
que abrí mi cuenta de Instagram, las recomendaciones de libros de Agatha se
incrementaron y empezaron a llamar mi atención. El típico “tanta gente no puede
estar equivocada” llegó a mi mente.
¿Qué
es lo que tiene que ofrecer? ¿Por qué me podría gustar?
Conozco
mis sentimientos ante las historias, y sé que, en ocasiones, suelo ser muy
desesperada, me angustio con facilidad y en esos casos tiendo a dejar la
historia unos días hasta que siento el valor suficiente para retomarla. Por
alguna razón creía que la pluma de Agatha me empujaría a sentirme de esa
manera.
Además,
soy de las personas que fácilmente sabe los finales de los libros o de las
películas y es una situación que no soporto. No puedo con los libros, cuentos,
historias, películas que, justo a la mitad o un poco después, ya sabes quien
muere, quien es el asesino, o en qué termina.
Así
que después de ver hasta el cansancio imágenes y recomendaciones del libro
“Diez Negritos”, después de buscarlo en Amazon y de saber que todavía estaremos
confinados en casa un tiempo considerable, me animé a comprarlo. No sólo eso,
compré otros dos. Estaban a buen precio y la edición me gustó. Definitivamente
le daría una oportunidad y dejaría que el libro me diera la razón o, por el
contrario, me proporcionara un punto de vista distinto al que ya tenía.
Pedí
“Diez Negritos”, “Un cadáver en la biblioteca” y “Asesinato en el Orient
Express”. El día que llegaron, los marqué con mi Exlibris, les puse la fecha de
entrada a mi librero de clásicos y por la noche, ya con niños dormidos, la casa
en silencio y una merecida botana me dispuse a empezar “Diez negritos”.
Lo
terminé en 2 noches, esta edición contiene 165 páginas, desde el inicio busqué
al culpable, el personaje que creí era el asesino fue el culpable hasta la página
157. Estaba casi segura de que podría competir con el ingenio de “la obra
maestra de Agatha Christie”, por lo visto no lo logré.
Al
momento de terminarlo, tuve uno de los mejores sabores de boca que he tenido al
leer a un autor que había juzgado mal. Realmente nunca hice un juicio,
solamente me limité a no hacer caso a las recomendaciones ni opiniones de
varias personas.
Hace
2 días terminé “Asesinato en el Orient Express” y fue otra gozada. Que buena
historia y que gran final. Me encantan los personajes de ambos libros, y como
se desarrolla la trama.
Definitivamente
es una autora para recomendar. Ya tengo en mi poder 6 libros, los tres
mencionados unas líneas arriba, más: “Cinco cerditos”, “Ocho casos de Poirot” y
“El tren de las 4:50”. Seguramente iré por más y ya les estaré contando qué me
parecen.
Hola.
ResponderEliminarHace nada -cuestión de minutos-, descubrí tu blog y me ha gustado muchísimo. Sobre esta entrada en particular, la verdad es que a mí tampoco me da nada de ganas de leer a Christie pero... (gran pero), mucha gente me la ha recomendado. Supongo que todo se arregla dándole una oportunidad. Entre tanto, te invito a seguirme en mi blog e instagram, para taggearnos y esas cosas. https://linktr.ee/Caronte.Soultaler
Saludos enormes.
¡¡Gracias por tomarte el tiempo de dejar un comentario!! Son libros tan ligeros que me han servido para relajarme entre lectura y lectura. Si te animas me cuentas qué te parecen.
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